Este padecimiento afecta a millones de adultos en el mundo. Su impacto en movilidad y calidad de vida exige un diagnóstico oportuno y estrategias terapéuticas efectivas
POR Redacción Xpert Pharma
La osteoartritis de rodilla es una de las enfermedades musculoesqueléticas más prevalentes en la práctica clínica. Su incidencia aumenta con la edad y constituye una de las principales causas de dolor crónico y limitación funcional en adultos mayores. Afecta la autonomía, incrementa la discapacidad y se asocia a elevados costos directos e indirectos en los sistemas de salud.
Se estima que la prevalencia alcanza a millones de personas en todo el mundo, con una tendencia al alza debido al envejecimiento poblacional y a la mayor prevalencia de obesidad, uno de sus factores de riesgo más relevantes.
Fisiopatología, más allá del desgaste articular
La osteoartritis no debe entenderse únicamente como un desgaste progresivo del cartílago. Es una enfermedad compleja y multifactorial en la que intervienen procesos inflamatorios, cambios en el hueso subcondral, remodelación del cartílago, alteraciones sinoviales y pérdida de la integridad articular.
En la rodilla, la interacción entre la sobrecarga mecánica, la inflamación y la degeneración progresiva conduce a dolor, rigidez y pérdida de movilidad, que se manifiestan gradualmente en la vida cotidiana de los pacientes.
Diagnóstico: La importancia de la evaluación clínica
El diagnóstico de la osteoartritis de rodilla sintomática combina la exploración física, la identificación de síntomas característicos (dolor articular persistente, rigidez matutina y limitación de la movilidad) y el apoyo de estudios de imagen. La radiografía continúa siendo el estándar para valorar cambios estructurales, mientras que las escalas clínicas permiten cuantificar el impacto funcional y guiar la toma de decisiones terapéuticas.
Según un metaanálisis de 73 estudios sobre la prevalencia de la artrosis de rodilla, se estima que aproximadamente 654.1 millones de personas mayores de 40 años sufrían esta condición en 2020 a nivel mundial. En Japón, un gran estudio de cohorte informó que aproximadamente 25.3 millones y 7.8 millones de personas presentan osteoartritis de rodilla radiográfica y sintomática, respectivamente, y mostró que su prevalencia aumenta con la edad.
Teniendo en cuenta la carga individual y socioeconómica de la osteoartritis de rodilla, además del envejecimiento poblacional, es necesario establecer métodos de tratamiento más efectivos que reduzcan el impacto de esta enfermedad.
Opciones terapéuticas actuales
El abordaje de la osteoartritis de rodilla requiere un plan integral que combine medidas farmacológicas y no farmacológicas. La reducción de peso, la fisioterapia y el ejercicio de bajo impacto son intervenciones clave en todas las etapas de la enfermedad.
En el ámbito farmacológico, el uso de antiinflamatorios no esteroides (AINEs) continúa siendo una de las principales estrategias para el control del dolor. Diversos estudios comparan la eficacia de los AINEs frente a paracetamol, mostrando una superioridad constante de los primeros en el alivio sintomático y la mejora funcional.
Paracetamol, pese a su uso extendido, ha mostrado una eficacia limitada en la reducción del dolor moderado a severo, lo que plantea la necesidad de reevaluar su papel en el tratamiento de esta enfermedad. En contraste, los AINEs han demostrado mayor efectividad en la reducción del dolor y la rigidez, contribuyendo a mejorar la calidad de vida del paciente.
La reducción de peso, la fisioterapia y el ejercicio de bajo impacto son intervenciones clave en todas las etapas de la enfermedad.
Los AINEs han demostrado una mayor efectividad en la reducción del dolor y la rigidez, contribuyendo a mejorar la calidad de vida del paciente.
Evidencia clínica: Comparación entre AINEs y paracetamol
Diversos ensayos clínicos han documentado que los AINEs proporcionan un alivio significativamente superior a paracetamol en la osteoartritis de rodilla sintomática. Estos resultados se traducen en una mejora funcional y en una mayor satisfacción del paciente.
No obstante, el uso prolongado de AINEs requiere vigilancia estrecha debido a sus potenciales efectos adversos gastrointestinales, renales y cardiovasculares. El balance entre eficacia y seguridad debe guiar la elección del tratamiento, considerando los factores de riesgo individuales y las comorbilidades de cada paciente.
Perspectivas en el manejo clínico
La osteoartritis de rodilla sintomática seguirá representando un desafío para los profesionales de la salud en los próximos años. La evidencia actual respalda el uso preferencial de los AINEs frente a paracetamol en el control sintomático, siempre dentro de una estrategia integral que incluya modificaciones en el estilo de vida, fisioterapia y educación del paciente.
El futuro del manejo clínico se orienta hacia intervenciones personalizadas, con el objetivo de preservar la movilidad, retrasar la progresión del daño articular y garantizar un envejecimiento con mayor independencia y calidad de vida.
Referencia: Higa Sh, et al. Comparative effectiveness of early initiation of oral nonsteroidal anti-inflammatory drug and oral acetaminophen therapies on the time to knee replacement in patients with knee osteoarthritis in Japan. BMC Musculoskeletal Disorders. 2023; 24:297
